Se cumplen 75 años del fin del II Guerra Mundial, un conflicto que tuvo una gran importancia en el Bierzo y Valdeorras. Aunque se supone que la dictadura no intervenía en la guerra directamente fueron muchas las formas en las que el dictador pagó la ayuda que alemanes e italianos le prestaron en la sublevación militar que pronto se transformó en una cruel guerra civil.
Franz Bernhardt, el hombre clave
El 24 de julio de 1936 Franz Bernhardt se desplaza a Berlín desde el protectorado español de Marruecos en avión y al día siguiente consigue reunirse con Hitler. En esa reunión consigue de Hitler la ayuda que necesitan los rebeldes para comenzar la guerra. Las tropas sublevadas estaban en África y había que trasladarlas a la península.
Era una situación compleja pues la Marina había permanecido fiel a la legalidad y patrullaba el Estrecho impidiendo la llegada por barco a la península de los sublevados. Hitler envió en ese momento crítico veinte aviones de transporte alemanes Junkers Ju-52 con los que se crea un puente aéreo con Sevilla. La ciudad estaba ya controlada por el sublevado Queipo de Llano, era el principio de 3 años de devastación. Su ayuda continúa durante toda la guerra con el envío de la legión Cóndor y otros cuerpos de ejército. Los envíos de material, armamento y agentes de la Gestapo fueron constantes durante todo el conflicto.
Los negocios alemanes en la guerra de España
Bernhardt regresa a España y crea la Sociedad Hispano-Marroquí de Transportes (HISMA). Esta empresa era una tapadera para el comercio y suministro de material bélico alemán a las fuerzas sublevadas. En 1938 esta empresa se transforma en la Sociedad Financiera e Industrial (SOFINDUS). Bernhardt es el hombre que la controla.
El holding SOFINDUS lo formaban 20 empresas dedicadas a la importación de productos agrícolas, a la minería y a los transportes muchas de ellas operaron en el Bierzo y Valdeorras. SOFINDUS llegó a contar con delegaciones en ocho ciudades españoles y una plantilla de 260 empleados. Bernhardt realiza acciones de espionaje e inteligencia en España y recibe de Himmler el rango honorífico de SS-Oberführer.
De la guerra de España a la guerra Mundial
Cuando termina la guerra en España el 1 de abril de 1939, Bernhart permanece en España. Es hora de empezar a cobrarse la ayuda alemana y prepararse para la invasión de Polonia que se produciría seis meses después el 1 de septiembre de 1939.
Los alemanes estudian España y sus recursos y de entre todos los recursos del país es el Wolframio lo que más les interesa, localizado principalmente en Galicia, El Bierzo, Salamanca, Cáceres y Córdoba. Una mineral estratégico clave para la industria militar alemana. Clave para reforzar los blindajes con aceros especiales y también para fabricar puntas perforantes de granadas antitanque o antiblindaje en general.
Alemania compraba el wolframio en China pero tuvo que pasar a comprarlo en la Península Ibérica cuando atacan a la Unión Soviética, lo que interrumpió el comercio terrestre entre Alemania y China. El wolframio se convirtió en un recurso clave para ganar la guerra y España que se había declarado neutral, hizo un gran negocio.
Espionaje y guerra económica
Los británicos y americanos sabían que si permitían que Alemania se hiciera con el wolframio la guerra sería más larga y se perderían millones de vidas ya que los blindajes alemanes eran muy superiores a los de los aliados y por tanto su resistencia era mucho mayor. Esto fue el caldo de cultivo ideal para la guerra económica.
La competencia entre agentes alemanes y aliados para hacerse con el máximo de wolframio disponible en España infló una gran burbuja de especulación, contrabando, corrupción y espionaje, que proporcionó importantes ingresos a la administración franquista y a algunos de sus miembros más destacados.
A través de sociedades del holding SOFINDUS los alemanes explotaban directamente las minas de Valborraz y otras. El interés de los alemanes por el wolframio de Portugal y España llevó a una carrera entre aliados y alemanes para conseguirlo.Esto condujo a un incremento descomunal de precios, que aumentaron más de cien veces. Las compañías propietarias de las minas y el gobierno franquista, que impuso una fuerte carga impositiva, fueron los principales beneficiados. Personajes como Demetrio Carceller ministro de Industria y Comercio hicieron un gran negocio.
Entre 1942 y 1944 el wolframio fue el principal producto de exportación de España. Se calcula que entre 1942 y 1944 el comercio del wolframio supuso 180 millones de dólares de ingresos para el estado franquista (18.782 millones de euros actuales). El tráfico clandestino de wolframio entre 1942 y 1944 se cifra en 600 millones de dólares (62.640 millones de euros actuales).
La inteligencia de ambos bandos estuvo presente en España durante toda la guerra. El caso más destacados en el Bierzo fue el de Alexander Eastom, ingeniero que se instaló en Carracedo del Monasterio en 1931 y que fue fichado por el Special Operations Executive (SOE) británico como agente.
Su nombre clave era agente V-300. Eastom creó una red de compra de wolframio que operaba en las Minas de Valborraz y en la Peña del Seo que embarcan en la costa de Galicia para unirse a convoyes aliados. El agente V-300 colaboró con los maquis que operaban en la zona integrados en la Federación de Guerrillas de León-Galicia. Llegó a elaborar con su colaboración una red de evasión de paracaidistas aliados caídos en suelo francés que atravesaba España en dirección a Portugal aunque no hay constancia de que esta red llegara a utilizarse. También facilitó a los guerrilleros la multicopista con la que editaron su órgano de propaganda El Guerrillero y organizó en la buhardilla de su casa una especie de hospital de campaña para los maquis heridos.
Otro éxito de los aliados fue la creación gracias al ponferradino Lorenzo San Miguel de la conocida como “red San Miguel”. Una red de espías que funcionó en todo el noroeste español entre 1941 y 1943. A esta red pertenecía Zósimo Martínez Navares, vecino de Cuatrovientos (Ponferrada). Zósimo era montador mecánico en la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP). Se trasladó a vivir a Candás, desde donde salía todos los días para Gijón, con la única misión de controlar las entradas salidas de barcos del Musel, anotando la información y pasándola a su jefe, Lorenzo San Miguel. En noviembre de 1942 gracias a informes de agentes alemanes se desarticula la red.
En 1943 la inteligencia aliada preparaba el desembarco de Normandía y según sus cálculos necesitaban frenar los envíos de wolframio a Alemania 6 meses antes del dia D. Necesitaban debilitar la industria de guerra alemana. Aunque el ejército alemán retrocedía en el frente del este después de las derrotas de Stalingrado y Kursk, el muro del Atlántico estaba bien guarnecido.
La diplomacia americana necesitaba presionar a España para conseguirlo. Franco les dio la excusa perfecta. Había felicitado por telegrama a José Laurel al que los japoneses habían nombrado presidente del gobierno títere de Filipinas. Roosevelt amenazó con que dejaría de enviar petróleo a España. Pero Franco siguió jugando a dos bandas con los aliados y los alemanes y el gobierno americano cumplió la amenaza. Estados Unidos decreta el embargo de petróleo en enero de 1944 y después de cuatro meses sin petróleo Franco cedió y cortó el suministro de wolframio a Alemania (al menos de modo formal) pues el comercio siguió hasta el fin de la guerra.
El fin de la guerra
Al final de la II Guerra Mundial las empresas de SOFINDUS son intervenidas y vendidas. En la embajada Alemana de Madrid se encontrarán cientos de kilos de wolframio que no habían podido pasar a Alemania. En las listas de enemigos que los aliados quieren encontrar estaba Franz Bernhardt, uno de los 104 agentes alemanes nazis que hay en ese momento en España.
Franco hizo todo lo posible por ayudar a sus antiguos aliados y de entre todos ellos a Bernhardt que había sido clave en su victoria en la guerra civil. En 1946 le concede la nacionalidad española y en 1953 se va a Argentina. Murió sin pagar por sus crímenes en Munich en 1980.
Las minas de wolframio son hoy espacios abandonados de nuestro patrimonio industrial. El trabajo cesó, los mineros se fueron y las galerías quedaron vacías y oscuras. Pero durante la Segunda Guerra Mundial la fiebre del wolframio recorrió España y decenas de instalaciones hervían de actividad. Peña del Seo, Valborraz, mina Felipe, mina Marujita, Mina Ponferradina son nombres míticos en nuestra zona que iremos descubriendo en próximos artículos pues su interés patrimonial, su historia y la de las gentes que lo vivieron forman parte de nuestro patrimonio cultural material e inmaterial.
Bibliografía
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- https://www.diariodeleon.es/noticias/revista/queda-wolfram_701516.html
- https://af2toral.wordpress.com/2009/10/25/9-%C2%BA-cesar-los-yacimientos-de-wolframio-en-el-bierzo/
- http://mineralhispania.blogspot.com
- https://www.lanuevacronica.com/un-paseo-por-la-pena-del-seo
- https://ileon.eldiario.es/actualidad/economia/077769/wolframio-el-mineral-de-creciente-demanda-internacional-que-la-junta-ignora-en-leon
- https://www.lavanguardia.com/vida/20171025/432342527138/wolframio-el-mineral-por-el-que-eeuu-casi-invade-a-la-espana-de-franco.html
- https://www.rtve.es/play/videos/otros-documentales/otros-documentales-batalla-desconocida-version-extendida/5401025/
- https://www.bierzotv.com/el-wolfram-una-historia-inacabada-desde-su-explotacion-y-las-leyendas-de-espias-hasta-su-puesta-en-valor-como-patrimonio-minero/
- El wolframio en las comarcas del Bierzo y Valdeorras su repercusión social y económica y su importancia como instrumento de la política española : 1938-1958. Rosa María Pérez Mato, 2011.
- La minería del wolframio en el noroeste de la península ibérica (1939-1959). Las explotaciones del Bierzo y su recuperación patrimonial. La Peña del Seo. Diego Castro Franco, 2017.
- Breves historias del wolfram. Ramón Cela, 2018