La creación de ENDESA
Ante la desoladora situación del país tras la Guerra Civil en 1941 el régimen franquista crea el Instituto Nacional de Industria (INI). Su finalidad era favorecer la industrialización de España. La política autárquica necesitaba asegurarse de los abastecimientos de electricidad, hierro y carbón para poder desarrollar proyectos industriales de transformación.
Hasta aquel momento se dependía en gran medida de la energía hidráulica. Los años de sequía dejaban en una situación comprometida a muchas zonas de España. Las grandes inversiones necesarias para la construcción de centrales térmicas no interesaba a las empresas de electricidad, todas privadas.
A partir de la creación del INI se produjeron muchos debates sobre las soluciones para aumentar la oferta eléctrica en España. Una de las primeras iniciativas será la puesta en marcha de centrales móviles.
El día 6 de abril de 1942 se presenta el informe sobre Ordenación Eléctrica en España por el ingeniero industrial del INI, Sirvent. El informe afirma que lo ideal sería que existiera una sola sociedad productora y distribuidora de energía. En su opinión debería estar participada al 50 por 100 entre el Estado y empresas privadas.
Existen multitud de postulados desde los seguidores del jesuíta y físico Pérez del Pulgar hasta los que abogaban por la total privacidad en la producción y distribución energéticas aunque la iniciativa privada no quisieran invertir en la construcción de grandes instalaciones industriales.
El INI envía en 1942 a los ingenieros Martín Santos y Tascón Alonso a realizar unos trabajos en el Bierzo. Más tarde Alejandro Suárez y Esteban Terradas visitarán Ponferrada. A primeros de febrero de 1943 regresa la Comisión a Madrid. Suances se reunirá con Suárez y Terradas el 9 de febrero.
Ese año se presentan informes y un proyecto de ley que no será aceptado para la creación de una entidad autónoma con jurisdicción propia que regularía las relaciones entre las diferentes empresas eléctricas y el Estado.
Durante más de dos años se suceden debates y estudios. Su resultado sería el nacimiento de la Empresa Nacional de Electricidad S.A (ENESA), posteriormente ENDESA el 18 de noviembre de 1944.
Su fin social era la producción, transporte y suministro de energía eléctrica y cualquier otra operación relacionada directa o indirectamente con dicho objeto.
Señala como su objetivo más inmediato la instalación y explotación de una central termoeléctrica en Ponferrada. Los primeros trabajos para la instalación de la Central de Compostilla I se iniciaron a finales de 1945.
¿Por qué en Ponferrada?
La cuencas del Bierzo y Laciana eran una reserva estratégica en la producción de carbón. En 1918 gracias al impulsos de grandes empresarios y a al visión de Julio Lazúrtegui se funda la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP). Esta empresa creó ferrocarril que unía a través del Valle del Sil las poblaciones de Villablino y Ponferrada. El carbón y sus derivados encontrarán salida hacia el resto de España.
En 1945, la potencia termoeléctrica instalada en España alcanzaba el 26’7% de la hidroeléctrica. La producción de energía había experimentado desde 1940 un aumento del 15’24% que equivale a un incremento anual del 2,9%.
Esta producción cubría escasamente las necesidades de consumo, el desequilibrio aumento al iniciarse la reindustrialización del país.
De 1945 a 1949 se producen años de grandes sequías que provocan graves trastornos a la industria, la minería y la agricultura con gran perjuicio para la población.
Mientras este problema se producía en España muchas minas de antracita de las cuencas del Bierzo y Laciana arrastraban una difícil situación ya que hasta el 40% de su producción era menudos, finos y «schlamms» que no se podían aprovechar para si venta comercial.
Después de la guerra civil muchas minas se hallaban paradas por resultar deficitaria su explotación y otras no disponían de espacio donde ampliar su apilamiento de subproductos.
El proyecto de Compostilla I
En el plano podemos observar las diferentes zonas que componen el complejo industrial Compostilla I:
- Central Térmica.
- Vía de acceso del carbón desde el Ponfeblino.
- Parque de Carbones.
- Parque de Transformación.
- Presa de derivación de Fuente del Azufre.
- Central Hidroeléctrica de Fuente del Azufre.
- Depósito de toma de refrigeración.
- Depósito y Estación Depuradora de aguas.
- Taller y Almacén
- Poblado
Comienzan los estudios previos generales en 1943 que realizan Alejandro Suárez Fernández- Pello y Esteban Terradas Illa. El anteproyecto se realiza tomando como referencia la central térmica asturiana de la Felguera.
El proyecto está sometido a continuos cambios pero se aprueba el definitivo 1946, concretamente el 14 de junio. Los responsables de la marcha el proyecto fueron Esteban Terradas Illa y Antonio Martínez Cattaneo.
Antonio Martínez Cattaneo trabajaría en el diseño de Compostilla I y todas las instalaciones del complejo con el arquitecto Francisco Belosillo. En aquel momento el racionalismo es uno de los estilos favoritos de los ingenieros de la época. Belosillo había construido el conjunto de la ciudad Pegaso en este estilo.
Martínez Cattaneo buscando un arquitecto que colabore con él se fija en Belosillo y este acepta el encargo de transformar un edificio industrial en una obra arquitectónica siempre teniendo presente la funcionalidad del edificio.
La dirección de obra de la central la llevaron el ingeniero de caminos Emilio Nuevo y su adjunto García de Solá mientras en ingeniero Marcial Campos fue responsable de la maquinaria y de la electricidad. La construcción se finalizará siendo director gerente Juan Granell y presidente Esteban Terradas.
La central de Compostilla I
En Compostilla I se distinguen claramente cuatro cuerpos con diferente volúmenes.
- La nave de calderas
- La nave de turboalternadores
- La sala de los 11kW
- La sala de mandos
Podemos observar que Belosillo desarrolla un estilo racionalista en el diseño del cuerpo de calderas y en el de turboalternadores.
En ambos se da desornamentación por funcionalidad la planta queda libre y se eliminan todos los muros interiores de contención. Se multiplican los vanos que recorren toda la fachada dejando entrar luz al interior y eliminando el aspecto macizo del exterior.
El neoclasicismo se cuela en las torres de las esquinas de la nave de calderas y asemeja a las de la Neue Wache de Berlín, de las que Belosillo tenía conocimiento por Modesto López Otero.
El movimiento clasicista se manifiesta claramente con una tendencia esculiarense en el edificio de la sala de mandos. El empleo de recercados de granito, pilastras, el remate con un entablamiento, los canecillos y otros elementos determinan esta influencia.
En definitiva Compostilla I muestra un estilo ecléctico en el que participan postulados de ambas tendencias, donde juega un papel fundamental la propaganda.
La dictadura franquista pretende crear un nuevo tipo de arquitectura que represente el resurgir de la Nueva España.
Para el INI y la dictadura Compostilla I es su puesta de largo ante la opinión pública tanto dentro como fuera de España. Este complejo debía mostrar modernidad y efectividad pero además debía ser esteticamente bello y armonico con los valores del régimen franquista.